SE ESTRENA LA MINISERIE "CIVILES EN MALVINAS"

19.12.2022

Se trata de un proyecto de la productora Mandrila que fue ganador de la Convocatoria Renacer Audiovisual.

El estreno será a partir del martes 20 al viernes 23 a las 23 h. tranmistido por la tv pública.  

Este proyecto fue ganador de la convocatoria Renacer Audiovisual, un trabajo en conjunto entre el Ministerio de Cultura, la secretaría de Medios Públicos y Contenidos Públicos S.E. destinado a estimular, desarrollar y reactivar el sector audiovisual de la Argentina a través de la generación de contenido de calidad.

Renacer Audiovisual es una convocatoria que busca estimular, desarrollar y reactivar el sector audiovisual de la Argentina a través de la generación de contenido de calidad. Productores, productoras, directores y directoras de todo el país presentaron proyectos en cinco categorías: "Documental unitario", "Serie documental", "Serie de ficción", "Serie de ficción histórica" y "Serie de animación". En total, se seleccionaron 81 producciones originales para su financiamiento, de acuerdo a un criterio plural y federal.

 Civiles en Malvinas rescata relatos y pone de relieve trágicas y valientes historias que cambiaron para siempre el curso de sus vidas. 

En un contexto historico que Argentina, abril de 1982. La dictadura cívico militar que desde 1976 gobierna el país se ve cuestionada por la crisis y el descontento social. Luego de una multitudinaria protesta que termina en una feroz represión, el presidente de facto Leopoldo Galtieri anuncia la recuperación de las Islas Malvinas. El fervor popular, esta vez, apoya a los militares. Manifestaciones, donaciones y filas de voluntarios proliferan en todo el país. Lo que no espera el gobierno es la inmediata respuesta británica, que envía la flota más grande jamás vista desde la Segunda Guerra Mundial.

Ante semejante despliegue, los militares argentinos deben aprovechar al máximo sus escasos recursos: los buques mercantes y pesqueros, tripulados y operados por civiles, pasan a disposición de la armada. La necesidad de llevar tropas, víveres, combustible y armamento pesado sólo puede realizarse con buques mercantes de gran porte. Los pesqueros resultan útiles para realizar espionaje de superficie: gracias a su fácil identificación internacional, pueden camuflar sus actividades secretas.

Si bien muchos de sus tripulantes se ofrecen voluntariamente, hay quienes son movilizados a la fuerza y sin conocer el destino real de los buques que embarcan. Recién al llegar a las islas, o viendo las actividades secretas que practican los militares a bordo, descubren las tareas en las que se ven envueltos.

La falta de planificación deriva en que los mercantes no logren descargar a tiempo el material, por lo que permanecen más tiempo en las islas, convirtiéndose en un blanco fácil. Por su parte, los pesqueros no tardan en ser identificados como buques espías por las fuerzas británicas. Al operar en zona de exclusión, unos y otros son atacados, sufriendo trágicos naufragios, toma de prisioneros y dolorosas pérdidas humanas.

Tampoco está debidamente planificado el despliegue de sanidad militar. En el mes de junio, cuando el final de la guerra se avecina, ejército debe enviar a seis instrumentadoras quirúrgicas, civiles y voluntarias, para atender cientos de heridos en el buque hospital Almirante Irízar. Seis mujeres que no son solamente instrumentadoras, sino, además, en sus propias palabras, "enfermeras, psicólogas, madres, novias y hermanas".

Finalizado el conflicto, deben afrontar una durísima posguerra. El regreso al continente es en silencio, ocultos y sin el merecido reconocimiento. Marginados e ignorados por los medios, la sociedad y los sucesivos gobiernos, desplazados en sus trabajos y hasta amenazados por los mandos militares, muchos de ellos callan por décadas, sin contar sus vivencias, incluso, a sus familiares más íntimos.